A todo hombre le es concedido conocerse a sí mismo y meditar sabiamente.
Pensar es como vivir dos veces.
El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea de reparar el daño hecho.
Saber que se sabe lo que se sabe y que no se sabe lo que no se sabe; he aquí el verdadero saber.
Lo que sabemos es una gota de agua, lo que ignoramos es el océano.
He buscado la felicidad en todas partes, pero no la encontrado más que en un rincón, con un libro.
He buscado el sosiego en todas partes, y sólo lo he encontrado sentado en un rincón apartado, con un libro en las manos.
El humilde conocimiento de ti mismo es un camino más seguro hacia Dios que el camino de la ciencia.
Si todos los años extirparamos un solo vicio, pronto llegaríamos a ser hombres perfectos.
La costumbre con la costumbre se vence.