Un estado es gobernado mejor por un hombre bueno que por una buena ley.
Ningún hombre es lo bastante bueno para gobernar a otro sin su consentimiento.
Los gobiernos pasan, las sociedades mueren, la policía es eterna.
Gobernar no consiste en solucionar problemas, sino en hacer callar a los que los provocan.
No hace falta un gobierno perfecto; se necesita uno que sea práctico.
El amor es la actividad del ocioso y el ocio del hombre activo.
En un hombre honrado hay un fuerte baluarte
Si un rostro hermoso es una carta de recomendación, un buen corazón es una letra de crédito
No hay hombre tan falto de amigos que no pueda encontrar alguno con sinceridad bastante para decirle alguna verdad desagradable