No hay camino para la paz; la paz es el camino.
Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados los Hijos de Dios.
La paz no se escribe con letras de sangre, sino con la inteligencia y el corazón.
La paz comienza con una sonrisa.
Que tu pensamiento no rebase el tiempo presente; he aquí el secreto de la paz.
He buscado la felicidad en todas partes, pero no la encontrado más que en un rincón, con un libro.
He buscado el sosiego en todas partes, y sólo lo he encontrado sentado en un rincón apartado, con un libro en las manos.
El humilde conocimiento de ti mismo es un camino más seguro hacia Dios que el camino de la ciencia.
Si todos los años extirparamos un solo vicio, pronto llegaríamos a ser hombres perfectos.
La costumbre con la costumbre se vence.