Un estado es gobernado mejor por un hombre bueno que por una buena ley.
Ningún hombre es lo bastante bueno para gobernar a otro sin su consentimiento.
Los gobiernos pasan, las sociedades mueren, la policía es eterna.
Gobernar no consiste en solucionar problemas, sino en hacer callar a los que los provocan.
No hace falta un gobierno perfecto; se necesita uno que sea práctico.
La manera en que una persona toma las riendas de su destino es más determinante que el mismo destino.
Es increíble la fuerza que el alma puede infundir al cuerpo
En el fondo son las relaciones con las personas lo que da valor a la vida