Dios que nos dio la vida no dio la libertad al mismo tiempo.
Nadie es libre. Hasta los pájaros están encadenados al cielo.
La libertad está sujeta a todos los accidentes y limitaciones, desviaciones y parcialidades de la historia.
Muéstrate a ti mismo a tu más profundo miedo; después de eso, el miedo ya no tiene poder y eres libre.
La libertad es la capacidad de construir una vida basada en el amor y no en un sistema.
Lo malo de los que se creen en posesión de la verdad es que cuando tienen que demostrarlo no aciertan ni una.
La duda, esa vaga nubecilla que, a veces, habita los cerebros, también puede entenderse como un regalo. Y no es -lo que queda dicho- una aseveración, ya que, sobre ella, tengo también mis dudas.
En ocasiones pienso que el premio de quienes escribimos duerme, tímido y virginal, en el confuso corazón del lector más lejano.
El toreo es un arte misterioso, mitad vicio y mitad ballet. Es un mundo abigarrado, caricaturesco, vivísimo y entrañable el que vivimos los que, un día soñamos con ser toreros.
El que resiste gana