Pedimos milagros, como si no fuese el milagro más evidente el que los pidamos.
Comenzar bien no es poco, pero tampoco es mucho.
La gloria es un veneno que hay que tomar en pequeñas dosis.
En vano se echa la red ante los ojos de los que tienen alas.
Si quieres ser ave, vuela, si quieres ser gusano, arrástrate, pero no grites cuando te aplasten
El hombre que quiere contemplar frente a frente la gloria de Dios en la tierra, debe contemplar esta gloria en la soledad.
En la crítica seré valiente, severo y absolutamente justo con amigos y enemigos. Nada cambiará este propósito.
No es verdaderamente valiente aquel hombre que teme ya parecer, ya ser, cuando le cuadra, cobarde.
No tengo fe en la perfección humana. El hombre es ahora más activo, no más feliz, ni más inteligente, de lo que lo fuera hace 6000 años.
La ciencia no nos ha enseñado aún si la locura es o no lo más sublime de la inteligencia.