Pedimos milagros, como si no fuese el milagro más evidente el que los pidamos.
Comenzar bien no es poco, pero tampoco es mucho.
La gloria es un veneno que hay que tomar en pequeñas dosis.
En vano se echa la red ante los ojos de los que tienen alas.
Si quieres ser ave, vuela, si quieres ser gusano, arrástrate, pero no grites cuando te aplasten
A un hombre sólo le pido tres cosas: que sea guapo, implacable y estúpido.
Cualquier mujer que aspire a comportarse como un hombre, seguro que carece de ambición.
Es un alivio encontrar en un libro de reglas o de leyes alguna que nunca te afectará.
La cura para el aburrimiento es la curiosidad. No hay cura para la curiosidad
No me importa lo que se escriba sobre mí, siempre y cuando no sea cierto