La experiencia no consiste en el número de cosas que se han visto, sino en el número de cosas que se han reflexionado.
El mejor consejo lo da la experiencia, pero siempre llega demasiado tarde.
La experiencia no es lo que sucede al hombre. Es lo que el hombre hace con lo que le sucede.
En la escuela de la experiencia las lecciones cuestan caras, pero solamente en ellas se corrigen los insensatos.
Los proverbios son los ecos de la experiencia de un pueblo y corresponden al pensamiento íntimo de cada uno.
La igualdad en la riqueza debe consistir en que ningún ciudadano sea tan opulento que pueda comprar a otro ni ninguno tan pobre que se vea necesitado de venderse.
Todas las pasiones son buenas cuando uno es dueño de ellas, y todas son malas cuando nos esclavizan.
Las cartas de amor se escriben empezando sin saber lo que se va a decir. Y se terminan sin saber lo que se ha dicho.
La infancia tiene sus propias maneras de ver, pensar y sentir; nada hay más insensato que pretender sustituirlas por las nuestras.
Pueblos libres, recordad esta máxima: Podemos adquirir la libertad, pero nunca se recupera una vez que se pierde.