Tomé un curso de lectura rápida y fui capaz de leerme "La guerra y la paz" en veinte minutos. Creo que decía algo de Rusia.
La lectura hace al hombre completo; la conversación, ágil, y el escribir, preciso.
El propósito de la lectura no es conseguir que se vendan más libros, sino que los lectores disfruten más de la vida.
Leer no es matar el tiempo, sino fecundarlo.
El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho.
Cuando nos acordamos de algunas personas que hemos amado no hacemos, a veces, la diferencia entre lo que ellas fueron para nosotros y lo que nosotros habíamos querido que fueran.
La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente.
¡Qué poco cuesta construir castillos en el aire y qué cara es su destrucción!
"Dime lo que lees y te diré quién eres", es cierto, pero te conoceré mejor si me dices lo que relees.
El día que tú no ardas de amor, muchos morirán de frío.