Enemigo no es aquel que tienes delante con una espada en la mano, sino aquel que está a tu lado escondiendo un puñal en la espalda.
Creer que un enemigo débil no puede dañarnos es creer que una chispa no puede causar un incendio.
El enemigo sólo empieza a ser temible cuando empieza a tener razón.
Nosotros mismos somos nuestro peor enemigo. Nada puede destruir a la Humanidad, excepto la Humanidad misma.
Las enemistades ocultas y silenciosas, son peores que las abiertas y declaradas.
El amor es el deseo de obtener la amistad de una persona que nos atrae por su belleza.
Cuanto más alto estamos, más debemos bajarnos hacia nuestros inferiores.
De ningun bien se goza en la posesión, sin un compañero.
Si buscas el amigo perfecto, morirás sin conocer la amistad.
La naturaleza quiere que la amistad sea auxiliadora de virtudes, mas no compañera de vicios.