Hace uno bien en alabarse a sí mismo, cuando no encuentra otro apologista.
La alabanza inmerecida es una sátira disfrazada.
No se debe contar nunca con la aprobación de los hombres; hoy erigen arcos de triunfo, y mañana condenan al destierro a la misma persona y por idénticos motivos.
A ninguna mujer le gusta escuchar el elogio de otra mujer; en tales casos se reservan su opinión con el fin de agriar un poco la alabanza.
Si tanto me alaban, será por alabarse a sí mismos, pues al alabarme dan a entender que me comprenden.
Amor y deseo son dos cosas diferentes; que no todo lo que se ama se desea, ni todo lo que se desea se ama.
Al que mal vive, el miedo le sigue.
La poesía tal vez se realza cantando cosas humildes.
Donde hay música no puede haber cosa mala.
El hacer el padre por su hijo es hacer por sí mismo.