En tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario.
La persona más facil de engañar es uno mismo.
El arte de agradar es el arte de engañar.
Somos fácilmente engañados por aquellos a quienes amamos.
El delito de los que nos engañan no está en el engaño, sino en que ya no nos dejan soñar que no nos engañarán nunca.
Algo absurdo, sí, pero este absurdo tiene una boca preciosa y sonríe.
Con todas mis ideas y necedades podré fundar muy pronto una sociedad anónima para la difusión de ilusiones hermosas, pero nada fiables.
Un hombre no se siente orgulloso de las alegrías y del placer. En el fondo lo único que da orgullo y alegría al espíritu son los esfuerzos superados con bravura y los sufrimientos soportados con paciencia.
Contra mi corazón desearía, estrechar fuerte lo más espantoso, es la angustia mi anhelo, es el dolor.
Nuestra ansia de felicidad es mucho más hermosa, tierna, importante y apetecible que la felicidad misma.