Todo placer languidece cuando no se disfruta en compañía.
El placer más seguro es el menos placentero.
Muchas personas se afanan tanto corriendo detrás del placer, que acaban pasando de largo.
El placer es como ciertas sustancias medicinales: para obtener constantemente los mismos efectos, hay que doblar la dosis, y la última conlleva la muerte o el embrutecimiento.
El placer más noble es el júbilo de comprender.
Puedes hablar de la tiranía de Nerón y Tiberio, pero la tiranía real es la del vecino de al lado.
El mejor placer en la vida es hacer lo que la gente te dice que no puedes hacer.
Bueno es carecer de vicios, pero es muy malo no tener tentaciones.