Cuando se es amado, no se duda de nada. Cuando se ama, se duda de todo.
El hombre y la mujer han nacido para amarse; pero no para vivir juntos. Alguien ha hecho observar que los amantes célebres de la historia han vivido siempre separados.
A veces el amor une a dos seres que no saben nadar y viven en dos islas distintas: nunca se podrán reunir a pesar del amor.
Aprendemos a amar no cuando encontramos a la persona perfecta, sino cuando llegamos a ver de manera perfecta a una persona imperfecta.
El sexo forma parte de la naturaleza, y yo me llevo de maravilla con la naturaleza.
El secreto de la existencia no consiste solamente en vivir, sino en saber para que se vive.
Amo a la humanidad, pero, para sorpresa mía, cuanto más quiero a la humanidad en general, menos cariño me inspiran las personas en particular.
¡Cuán bueno hace al hombre la dicha! Parece que uno quisiera dar su corazón, su alegría. ¡Y la alegría es contagiosa!
El verdadero dolor, el que nos hace sufrir profundamente, hace a veces serio y constante hasta al hombre irreflexivo; incluso los pobres de espíritu se vuelven más inteligentes después de un gran dolor.
Después de un fracaso, los planes mejor elaborados parecen absurdos.