En la verdad que mece mis canas leo el rastro de mis equivocaciones y sé que la mayor de todas - también la más buscada - fue la de vivir con prisas y con el alma resignada.
La resignación es un suicidio cotidiano.
Sólo aquellos que se arriesgan a ir demasiado lejos pueden descubrir hasta dónde se puede llegar.
Las palabras del año pasado pertenecen al lenguaje del año pasado. Las palabras del próximo año esperan otra voz.
La mayor parte de los problemas del mundo se deben a la gente que quiere ser importante.
Los poetas inmaduros imitan; los poetas maduros roban; los malos estropean lo que roban, y los buenos lo convierten en algo mejor.
No dejaremos de explorar y al final de nuestra búsqueda llegaremos a donde empezamos y conoceremos por primera vez el lugar.