El hábito es como un cable; nos vamos enredando en él cada día hasta que no nos podemos desatar.
La única costumbre que hay que enseñar a los niños es que no se sometan a ninguna.
Cultiva sólo aquellos hábitos que quisieras que dominaran tu vida.
En realidad, la atracción o el afecto no son más que simpatía de la costumbre.
Quien lleva toda su vida a su mujer sobre la espalda, cuando la deja en el suelo, ella dice: ¡Estoy fatigada!.
El arte de ser sabio es el arte de reconocer lo que debemos pasar por alto.
Cuando debemos hacer una elección y no la hacemos, esto ya es una elección.
No hay mayor mentira que la verdad mal entendida.
El pesimismo conduce a la debilidad; el optimismo al poder.
El principio más profundo del carácter humano es el anhelo de ser apreciado.