Un estado es gobernado mejor por un hombre bueno que por una buena ley.
Ningún hombre es lo bastante bueno para gobernar a otro sin su consentimiento.
Los gobiernos pasan, las sociedades mueren, la policía es eterna.
Gobernar no consiste en solucionar problemas, sino en hacer callar a los que los provocan.
No hace falta un gobierno perfecto; se necesita uno que sea práctico.
La patria no existe sin el amor de sus hijos.
La tolerancia significa enterarse cada cual de que tiene frente a sí a alguien que es un hermano suyo, quien, con el mismo derecho que él, opina lo contrario, concibe de contraria manera la felicidad pública
Siempre protesta el que pierde un privilegio o una ventaja, aunque la goce indebidamente
La patria no existe sin la lealtad de sus hijos
Yo, para gobernar, no necesito más que luz y taquígrafos