Un optimista ve la oportunidad en toda calamidad; un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad.
Memoria selectiva para recordar lo bueno, prudencia lógica para no arruinar el presente, y optimismo desafiante para encarar el futuro.
El optimismo es la creencia de que todo es hermoso.
El optimista cree en los demás y el pesimista sólo cree en sí mismo.
Optimista es aquel que cree que todo está bien menos el pesimista; y, pesimista, aquel que cree que todo está mal, excepto él mismo.
El arte de ser sabio es el arte de reconocer lo que debemos pasar por alto.
Cuando debemos hacer una elección y no la hacemos, esto ya es una elección.
El hábito es el enorme volante de inercia que mueve a la sociedad, su más valioso agente de conservación.
No hay mayor mentira que la verdad mal entendida.
El principio más profundo del carácter humano es el anhelo de ser apreciado.