Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad.
Saber no es suficiente; tenemos que aplicarlo. Tener voluntad no es suficiente: tenemos que implementarla.
No existen grandes talentos sin gran voluntad.
Romped vuestros límites, haced saltar las barreras de lo que os constriñe, movilizad vuestra voluntad, exigid la libertad como un derecho, sed lo que queréis ser. Descubrid lo que os gustaría hacer y haced todo lo posible para conseguirlo.
Las voluntades débiles se traducen en discursos; las fuertes en actos.
La más tonta de las mujeres puede manejar a un hombre inteligente, pero será necesario que la mujer sea muy hábil para manejar a un imbécil.
Cuando la tripulación y el capitán están cordialmente compenetrados, es preciso un temporal y más que un temporal para lanzar la nave contra la tierra.
Cuando quieras hacer algo, hazlo. No aguardes hasta que las circunstancias te parezcan favorables.
Los peores embusteros son nuestros propios temores.
La victoria y el fracaso son dos impostores, y hay que recibirlos con idéntica serenidad y con saludable punto de desdén.