Todo placer languidece cuando no se disfruta en compañía.
El placer más seguro es el menos placentero.
Muchas personas se afanan tanto corriendo detrás del placer, que acaban pasando de largo.
El mejor placer de la vida es hacer lo que la gente te dice que no puedes hacer.
El placer es como ciertas sustancias medicinales: para obtener constantemente los mismos efectos, hay que doblar la dosis, y la última conlleva la muerte o el embrutecimiento.
Cada elección tiene su anverso, es decir, una renuncia, por lo que no hay diferencia entre el acto de elegir y el acto de renunciar.
Leer es encontrar algo que va a existir.
Toda historia no es otra cosa que una infinita catástrofe de la cual intentamos salir lo mejor posible.
Las ciudades, como los sueños, están construidas de deseos y de miedos, aunque el hilo de su discurso sea secreto, sus reglas absurdas, sus perspectivas engañosas, y toda cosa esconda otra.
Cuando los políticos prestan demasiada atención a la literatura es una mala señal, sobre todo para la literatura. Pero también es una mala señal cuando no desean oír ni una palabra de la literatura