Cuando tenemos una idea brillante, en lugar que hacer que el prójimo piense que es nuestra, ¿por qué no dejarle que prepare esta idea por sí mismo? Entonces considerará que la idea es suya, le gustará y será el primero en defenderla.
Sucede con frecuencia que llega uno a encontrar una idea que buscaba, llega a darle forma, es decir a obtenerla, sacándola de la nebulosa de percepciones oscuras a que representa, gracias a los esfuerzos que hace para presentarla a los demás.
Con todas mis ideas y necedades podré fundar muy pronto una sociedad anónima para la difusión de ilusiones hermosas, pero nada fiables.
El germen de todo plan y de toda empresa es una idea; no capital, ni trabajo, sino una idea.
Si marchas a la cabeza de las ideas de tu siglo, estas ideas te seguirán y te sostendrán. Si marchas detrás de ellas, te arrastrarán consigo. Si marchas contra ellas, te derrocarán.
La libertad no tiene su valor en sí misma: hay que apreciarla por las cosas que con ella se consiguen.
La patria es espíritu. Ello dice que el ser de la patria se funda en un valor o en una acumulación de valores, con los que se enlaza a los hijos de un territorio en el suelo que habitan.
Libertad es nuestra propia tiranía; tiranía es la libertad de los demás.
Una caridad que le considere como un animal doméstico mimado no será caridad, aunque le trate generosamente
¡Prensa omnipotente, señora del mundo, tú que dispones de la paz y de la guerra; tú que posees, como Dios, el don de cegar a los pueblos a quienes quieres perder, continúa impertérrita tu marcha!