Un estado es gobernado mejor por un hombre bueno que por una buena ley.
Ningún hombre es lo bastante bueno para gobernar a otro sin su consentimiento.
Los gobiernos pasan, las sociedades mueren, la policía es eterna.
Gobernar no consiste en solucionar problemas, sino en hacer callar a los que los provocan.
No hace falta un gobierno perfecto; se necesita uno que sea práctico.
Siempre en tus retiradas no olvides dejar establecida una cabeza de puente en la orilla abandonada
Cuando se hace demasiado hincapié en la oratoria de un político, se duda de sus aptitudes
El matrimonio es una cosa tan bella, que es preciso pensar en él toda la vida
Nunca debe cometerse la imprudencia de demandar al presente lo que el porvenir nos aportará con menos esfuerzo
La vida privada de un ciudadano debe ser recinto amurallado