-
Una ilusión eterna, o por lo menos que renace a menudo en el alma humana, está muy cerca de ser una realidad.
-
En la primavera del amor los amantes hablan de lo porvenir; en el ocaso hablan de lo pasado.
-
No basta un gran amor para retener a la persona que se ama, si al mismo tiempo no llenamos su existencia de un rico contenido, innecesariamente renovado.
-
La fortuna, el triunfo, la gloria, el poder, pueden aumentar la felicidad, pero no pueden crearla. Sólo los afectos la dan.
-
¿Qué hace falta para ser feliz? Un poco de cielo azul encima de nuestras cabezas, un vientecillo tibio, la paz del espíritu.