Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad.
No existen grandes talentos sin gran voluntad.
Romped vuestros límites, haced saltar las barreras de lo que os constriñe, movilizad vuestra voluntad, exigid la libertad como un derecho, sed lo que queréis ser. Descubrid lo que os gustaría hacer y haced todo lo posible para conseguirlo.
Las voluntades débiles se traducen en discursos; las fuertes en actos.
Dicen que soy héroe, yo débil, tímido, casi insignificante, si siendo como soy hice lo que hice, imagínense lo que pueden hacer todos ustedes juntos.
¿Cómo puedes llegar a conocerte a ti mismo? Nunca por la reflexión, sino esforzándote y tratando de cumplir tu deber, sabrás en seguida qué pensar de ti.
Vale más hacer la cosa más insignificante del mundo que estar media hora sin hacer nada.
La máxima infelicidad, como la máxima felicidad, modifica el aspecto de las cosas.
El aburrimiento es una mala hierba, pero también una especia que hace digerir muchas cosas.
Si la mañana no nos desvela nuevas alegrías y por la noche no nos queda ninguna esperanza, ¿es que vale la pena vestirse y desnudarse?.