Amar es arriesgarse a que no le quieran. Esperar es arriesgarse a sentir dolor. Intentar es arriesgarse a fracasar. Pero hay que arriesgarse. Porque lo más peligroso en esta vida es no arriesgar nada.
Toda la gama de la experiencia humana es tuya, y puedes disfrutarla, si decides aventurarte en territorios que no te ofrecen garantías.
Toda persona debe decidir una vez en su vida si se lanza a triunfar, arriesgándolo todo, o si se sienta a ver el paso de los triunfadores.
Sólo aquellos que se arriesgan a ir demasiado lejos pueden descubrir hasta dónde se puede llegar.
No podrás nadar hacia nuevos horizontes si no tienes el valor de perder de vista la costa.
El tiempo es un gran maestro que arregla muchas cosas.
La manera de dar vale más que lo que se da.
Hay que tener buena memoria después de haber mentido.
El mentiroso siempre es pródigo en juramentos.
El que elige mal para sí, elige mal para el prójimo.