De los males debemos escoger el menor.
Es necesario correr riesgos, seguir ciertos caminos y abandonar otros. Nadie es capaz de elegir sin miedo.
Cuando debemos hacer una elección y no la hacemos, esto ya es una elección.
Cada elección tiene su anverso, es decir, una renuncia, por lo que no hay diferencia entre el acto de elegir y el acto de renunciar.
No tenía miedo a las dificultades: lo que la asustaba era la obligación de tener que escoger un camino. Escoger un camino significaba abandonar otros.
El tiempo es un gran maestro que arregla muchas cosas.
La manera de dar vale más que lo que se da.
Hay que tener buena memoria después de haber mentido.
Sin riesgos en la lucha, no hay gloria en la victoria.
El mentiroso siempre es pródigo en juramentos.