Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad.
Saber no es suficiente; tenemos que aplicarlo. Tener voluntad no es suficiente: tenemos que implementarla.
No existen grandes talentos sin gran voluntad.
Romped vuestros límites, haced saltar las barreras de lo que os constriñe, movilizad vuestra voluntad, exigid la libertad como un derecho, sed lo que queréis ser. Descubrid lo que os gustaría hacer y haced todo lo posible para conseguirlo.
Las voluntades débiles se traducen en discursos; las fuertes en actos.
El arte de ser sabio es el arte de reconocer lo que debemos pasar por alto.
Cuando debemos hacer una elección y no la hacemos, esto ya es una elección.
El hábito es el enorme volante de inercia que mueve a la sociedad, su más valioso agente de conservación.
No hay mayor mentira que la verdad mal entendida.
El pesimismo conduce a la debilidad; el optimismo al poder.